PICO AZUL -LA ESCALERA
Zona de Protección Ambiental
Fecha de Decreto: 13 de septiembre de 2011.
Superficie: 23,107.48 ha.
Ubicación: La Zona de Protección Ambiental Pico Azul–La Escalera se localiza al sureste de la ciudad de Morelia, en el estado de Michoacán. Abarca territorio de los municipios de Morelia, Charo y Madero, ubicándose en la intersección de dos grandes sistemas hidrológicos: hacia el noroeste pertenece a la cuenca de Cuitzeo, y hacia el sur y sureste, a la cuenca del Balsas, subdividida en las subcuencas de los ríos Tacámbaro y Cutzamala. Su cercanía con el centro urbano de Morelia, a poco más de 5 km, le otorga un papel estratégico en la provisión de servicios ambientales.
Geografía: El terreno se caracteriza por un relieve abrupto, resultado de una historia geológica compleja. Se encuentra dentro del Eje Neovolcánico Transversal, lo que ha dado origen a formaciones de lomeríos con pendientes superiores al 25%. Esta configuración topográfica, sumada a las condiciones climáticas y del suelo, ha favorecido la diversidad biológica y estructural del ecosistema. La zona constituye un ecotono de transición entre los bosques templados del Eje Volcánico y las selvas secas del Bajo Balsas, lo que genera una alta biodiversidad al coexistir especies tropicales y templadas en un espacio geográfico reducido
Vegetación: La vegetación es sumamente heterogénea. Incluye bosque templado de pino-encino, bosques de encino, con elementos de bosque de galería y bosque mesófilo de montaña. Las zonas más altas y húmedas, ubicadas al oeste y suroeste, conservan extensos fragmentos de vegetación templada, mientras que en las partes bajas del municipio de Charo predominan encinares caducifolios con influencias tropicales. Esta diversidad estructural convierte a bosque templado en la comunidad vegetal dominante, y lo posiciona como el mayor fragmento de bosque templado del municipio de Morelia.
Flora: Entre las especies de flora relevantes, se incluyen el pino (Pinus leiophylla, P. lawsonii), el capulín negro (Prunus serotina), el aile (Alnus acuminata), el fresno (Fraxinus uhdei), el carpe americano (Carpinus caroliniana) y especies en riesgo como el sirimo (Tilia mexicana). También están presentes especies características como el palo dulce (Eysenhardtia polystachya), tepame (Acacia pennatula), nogalillo (Cedrela dugesii), copal (Bursera cuneata), papelillo (Bursera fagaroides) y encinos como Quercus castanea, Q. obtusata y Q. crassipes.
Fauna: En cuanto a la fauna, se han registrado especies emblemáticas como el coyote (Canis latrans), zorra gris (Urocyon cinereoargenteus), el gato montés (Lynx rufus), varias musarañas (Megasorex gigas, Sorex saussurei), la tuza (Oryzomys cuasi), el ratón ciervo (Peromyscus maniculatus) y murciélagos como Leptonycteris curasoae, L. nivalis y Myotis carteri. En reptiles y anfibios destacan el ajolote (Ambystoma ordinarium), el eslizón (Plestiodon copei, P. dugesi), el huico (Aspidoscelis communis, A. lineatissimus), la culebra terrestre de dos líneas (Conopsis biserialis), la rana de árbol plegada (Hyla plicata), la lagartija espinosa (Sceloporus grammicus) y la víbora Crotalus polystictus. En aves, se encuentran el trogón elegante (Trogon elegans), el halcón cernícalo (Falco sparverius), el carpintero bellotero (Melanerpes formicivorus), la perlita azul-gris (Polioptila caerulea) y el cuclillo canela (Piaya cayana).
Conservación hídrica: Esta zona es clave para la conservación hídrica, ya que provee funciones vitales como la retención de agua e infiltración para recarga de acuíferos, el control de erosión, la regulación climática, la captura de carbono y la conectividad ecológica con otras regiones como Mil Cumbres y la Cuenca del Balsas. Además, los manantiales de San Miguel del Monte (Agua Zarca), ubicados en esta zona, abastecen entre el 10 y 15% del agua potable consumida por Morelia.
Infraestructura: En términos de infraestructura, cuenta con senderos, instalaciones comunitarias y zonas de ecoturismo. En San Miguel del Monte se localiza el Santuario de la Orquídea, en La Escalera hay restaurantes y puntos de reunión, y se practican actividades recreativas como ciclismo, senderismo y vuelo en parapente, aprovechando las condiciones geográficas únicas del lugar. Las cascadas, cañadas, miradores y elevaciones hacen de esta área un espacio de gran valor escénico, ecológico y social.
A pesar de ciertas amenazas como la extracción forestal clandestina o el cambio de uso de suelo, el área mantiene un estado aceptable de conservación y representa una pieza clave dentro del Sistema Estatal de Áreas para la Conservación del Patrimonio Natural de Michoacán, siendo la segunda más grande en superficie protegida del municipio.
